Víctimas de la crisis

Tras un pequeño, fructífero y glorioso paréntesis en Asturias, llega el jarro de agua fría de la actualidad. Porque la desconexión ha sido tan fuerte que he olvidado la prima de riesgo, los chanchullos de los políticos, las grandes dosis de injusticia y abusos a los que nos están sometiendo "a los de abajo" para alimentar las grandes arcas "de los de arriba". La primera noticia con la que me encuentro, más allá de la dosis de veneno diario que recibo a través de la radio, es el despido de Tina Gallardo, responsable de actividades culturales de la Biblioteca de Albacete desde hace más de diez años. Tina es una persona responsable, eficiente, trabajadora como la que más y totalmente comprometida con su trabajo, trabajo que hace bien. Es más: lo hace muy bien. Mejor que todos estos gestores de la crisis. Y puestos a elegir, yo despediría a unos cuantos de esos políticos que lo están haciendo tan mal (porque esto no despega) y la pondría a ella en su lugar. Seguro que nos iría mucho mejor.

 

Os copio la carta que escribió Manuela Torres y cinco más para la Verdad:

"Uno de estos derechos, adquirido no regalado, es el acceso a la cultura a través del uso de los servicios e instalaciones que las bibliotecas públicas ofrecen a los ciudadanos desde hace más de cincuenta años convirtiéndolas en centros democratizadores de la cultura. Los usuarios de materiales que se vienen ofreciendo en los últimos meses, pero lo que no se ha resentido ha sido la profesionalidad de las personas que trabajan en este centro a pesar de los embistes continuados que, como todos los trabajadores públicos, están afectándoles. Desgraciadamente en esta semana ha recibido la carta de despido la responsable de realizar las actividades culturales desde hace más de diez años. Tina Gallardo ha sido la mejor embajadora de la biblioteca en la ciudad y parece que su sueldo y el de sus compañeros, en las otras cuatro bibliotecas de la región, es necesario para que este país salga de la crisis.

Los firmantes de esta carta, usuarios de la Biblioteca Pública de Albacete, no queremos permanecer impasibles ante el despido de Tina con el argumento de que el coste de su salario es inasumible en el actual panorama de crisis que sí permite otros costes con mucha menos justificación social que el que ha desarrollado en estos años la técnico de actividades de la biblioteca. El coste de su empeño más que económico, se basaba principalmente en su dedicación, su esfuerzo y su generosidad. De repente todo lo que se había creado desaparece para dar paso a una nueva temporada que tiene en el horizonte los peores augurios."

(La foto es del encuentro de clubes de lectura del año pasado, en Almansa. 

Tina está junto a Juan Pedro Aparicio, uno de los "filandones" que nos cautivaron)